Retomamos la marcha
¡Buenos días, profe! 👋 ¿Qué tal?
A veces es necesario detener el ritmo. Estas semanas atrás no me sentía con muchas fuerzas de sacar el boletín y, aunque a veces he estado a punto de enviártelo, no lo he hecho porque lo que te contaba no creía que estuviese a la altura y te pudiera aportar.
Hoy retomamos la marcha habitual. Domingo a las 9:00. Y sí, también en verano. Te cuento más abajo cómo lo planteo y qué me gustaría hacer con el proyecto durante estos dos meses.
La edición de hoy, aunque algo más personal que de costumbre, la voy a centrar en analizar algunos de los errores que he cometido durante el curso y en los que me gustaría poner el foco a partir de septiembre.
Obviamente no han sido estos los únicos. Tan solo los que considero más importantes, los que pueden tener un impacto más grande en mi práctica docente y, por consiguiente, en el aprendizaje del alumnado.
Quizá no sean de gran interés para ti ya que mis errores no serán ni parecidos a los tuyos. Pero, para saberlo, te invito a que si todavía no lo has hecho, cierres el curso con un análisis crítico de la práctica. Recuerda que la experiencia por sí misma no nos hace mejorar demasiado, pero sí la reflexión sobre la experiencia. De cierta manera, la práctica deliberada.
¡Vamos al lío!
💭 Mis 10 errores
Proyectos Concorde
Este año, todavía sin comprender muy bien el porqué, he planteado varios proyectos que se han alargado en el tiempo más de lo que deberían. Esto no es un problema en sí. Un proyecto se puede alargar siempre que siga teniendo beneficios y aprendizajes para el alumnado. Pero, ¿qué pasa cuando no es así?
Durante este curso me ha pasado tres o cuatro veces. Un proyecto que continuaba por el hecho de haber invertido muchísimas horas en él cuando sabía que todo el jugo, a nivel de aprendizajes, ya había sido aprovechado.
Aprendizaje: Planificar bien el proyecto y saberlo reconducir es clave para que el tiempo invertido sea de calidad, así como los aprendizajes. Debo aprender a evitar a que se conviertan en “proyectos Concorde”.
Rutinas
Repetir con el mismo alumnado y pautar conjuntamente algunas de las dinámicas de clase también ha provocado fallos. El no establecer rutinas de clase (subir persianas, pasar la lista del comedor, responsable de residuos, etc.) ha sido uno de ellos.
Es cierto que no ha afectado de gran forma en clase, pero en muchas ocasiones estas tareas se quedaban sin realizar hasta bien entrada la mañana o se llevaban a cabo siempre por las mismas personas.
Aprendizaje: El hecho de establecer estas rutinas ayudan a fomentar su responsabilidad, a que hayan propuestas de mejora por su parte y a que, en cierta forma, se sientan importantes. Además de que el día a día en el aula pueda ir mucho más fluido.
Planifica el feedback
Este año he mejorado, pero creo que todavía hay mucho camino por recorrer. Durante el curso he utilizado la sesión de tutoría para ir llamando al alumnado e ir proporcionando feedback y propuestas de mejora sobre su trabajo.
Aunque puede ser un buen inicio, para el próximo año me gustaría planificarlo mucho mejor. Es decir, que esté contemplado dentro de las situaciones de aprendizaje y haya sesiones específicamente para ello.
A veces, o esta es mi percepción, parece que si no avanzamos saberes, si no creamos o si no explicamos algo nuevo no estemos avanzando. Y creo que es completamente erróneo. El mirar atrás, analizar, proponer, escuchar y compartir sobre algo ya hecho puede tener muchísimos más beneficios.
Coordinación
Este es un aspecto complicado al que le he estado dando muchas vueltas. Coordinarse es algo complicado que va mucho más allá de perseguir los mismos objetivos, hacer las mismas sesiones o crear proyectos/actividades complementarias.
Coordinarse necesita tiempo, implica diálogo y entendimiento. Creo que este curso ha sido uno de los puntos débiles más importantes y que, por el momento, tampoco sé cómo afrontar para mejorarlo de cara al año que viene y hacerlo más efectivo.
Proyectos más guiados
La autonomía es esencial. Pero hay que guiarla. Quizá, y relacionado con la planificación de feedback, el hecho de dejar mucha autonomía para la creación de productos finales ha provocado que los resultados o parte del proceso, en algunos casos, no haya sido el esperado.
Por ello, durante el próximo curso, me gustaría crear una especie de “checkpoints” donde todo el alumnado deba hacer una pausa en su camino para que, entre todas las personas, podamos compartir, debatir y retroalimentarnos con tal de seguir el proceso de mejor forma.
Además, quizá otra buena opción sea, en vez de darles toda la información o material del proyecto al inicio del mismo, dividirlo en pequeñas tareas o piezas con el fin de ayudarles a estructurarlo, enfocarse en cada estadio y organizar posteriormente el resultado.
Tener el objetivo en mente
¿Qué quieres conseguir con la actividad/trabajo/proyecto? ¿Cuál es el criterio de evaluación que te ayuda a desarrollar las competencias específicas?
A veces, el día a día nos distorsiona el foco. La claridad del objetivo se diluye y, poco a poco, el camino va tomando un rumbo que, aunque no es errático, no nos acerca a la cima establecida.
Personalmente me ha pasado un par de veces en las que hemos invertido más tiempo en darle forma al producto final (por ejemplo editar un vídeo o repetir una misma investigación pero con matices tan pequeños que no aportan) que en los propios procesos que sí nos acercan al objetivo.
Invierte tiempo en las pequeñas cosas
Numerar las fichas. Poner la fecha. Hacer portadas cuidadas. Organización del carpesano. Limpieza y orden de los cajones personales. Orden de la clase. Estética.
Pequeñas acciones que también ayudan a que el día a día suceda de una forma organizada, que sea fácil encontrar las cosas y que le demos valor a la estética y al orden.
Haz la metacognición visible
Tal como comenzábamos el boletín, la reflexión sobre la experiencia y lo hecho tiene increíbles beneficios. Fomentar este pensamiento crítico, revisar mentalmente el proceso que se ha seguido para aprender y analizar aquellos aspectos en los que podemos mejorar hará que lo hagamos de forma exponencial.
Para ello, hacer el pensamiento visible es clave. Este año lo he hecho mediante fichas de metacognición, aunque no en todos los proyectos ni de una forma tan estructurada.
De cara al siguiente curso me gustaría que no fuese tan solo en fichas, sino que también la expongamos. Además, que no sea individual, sino que se comparta en pequeño o gran grupo. Me parece que una buena idea es incluirla dentro de las sesiones de feedback.
Planifica la evocación
Otra gran ayuda para el aprendizaje a largo plazo es la evocación (recordar los aprendizajes previos) y la práctica espaciada, es decir, volver a aprendizajes que, se supone, ya habías adquirido para volver practicarlos después de un tiempo. Lo explico mejor en la Edición 135.
Y en esto me ha pasado algo parecido a lo que comentábamos respecto al feedback. En algunas ocasiones he percibido hacer una pausa en el camino como una pérdida de tiempo cuando quizá ese tiempo te ayude a dar una bocanada de aire fresco que te haga subir la montaña mucho más rápido.
Es en este momento cuando termino de ser consciente de su importancia y de lo esencial que es establecerlo dentro de la planificación como otra actividad más.
Ten todavía más en cuenta la diversidad
Esto, al igual que el proceso de aprendizaje, es un camino infinito. Aunque considero que no lo he hecho del todo mal, sí que creo que tengo un gran margen de mejora en el que debo poner todos mis sentidos y esfuerzos para reducirlo tan rápido como sea posible.
Tras acabar el año soy consciente de las cosas que he podido hacer y no he hecho, de cómo podría haber incrementado el desarrollo de ciertas personas o de algunas adaptaciones que no han tenido el fruto esperado.
Tener en cuenta la diversidad es tener en cuenta a todo el alumnado y hacer la educación lo más personalizada posible. Seguiremos trabajando en ello.
🏖 ¿Y qué pasa en verano?
📧 El boletín. Seguirá su frecuencia. Todos los domingos a las 9:00 recibirás la edición como el resto del año. La diferencia es que en las ediciones de verano aprovecho para profundizar sobre un tema. Rompemos el esquema que seguimos durante el año para hacer monográficos.
Algunos de los temas que rondan mi cabeza son: cómo aprendemos, la atención, escape rooms, documentos curriculares, codocencia o la motivación.
¿Tienes alguna propuesta? Respóndeme a este correo y la vemos.
Por aquí te dejo una captura de todos los monográficos que hemos hecho hasta la fecha:
🔴 Youtube. Como sabes, hace no mucho abrimos el canal. Este año ha sido casi imposible crear el contenido que tengo pensado, por eso durante el verano me gustaría aprovechar y publicar alguna cosa. Me gustaría plantear el contenido de tres formas diferentes (quizá no todas nos dé tiempo a probarlas en verano):
Monográficos. Es decir, parecido a lo que haremos este verano pero con vídeo. Investigar y aprender sobre un tema para después contártelo de una forma, espero, amena y fácil de entender.
Análisis de recursos. En las ya 177 ediciones del Educlaustro hemos compartido, literalmente, miles de recursos. Ahora me gustaría analizar algunos de ellos, ver sus posibilidades y las alternativas que se me ocurren, así como las mejoras.
Y, por supuesto, nombrando el autor/a y haciéndolo con el único objetivo de dar a conocer su recurso y ofrecer otras opciones para que se pueda utilizar en otras áreas o ámbitos.
Formación. De vez en cuando me gustaría poder hacer formación de forma gratuita por la plataforma, contando con algún/a ponente. La idea sería hacerla lo más práctica posible. Es decir, que no se convierta en una entrevista o en conocer un proyecto en sí, sino que vayamos a lo que los/as profes necesitamos: planificación, creación, dificultades, cambios que haríamos, integración en el currículum, evaluación… Ya sabes.
De momento esta es la hoja de ruta para el verano y para el próximo año. Propuestas, sugerencias o si te gustaría ser partícipe en cualquier cosa no tienes más que decírmelo.
¡A por el verano!
🤝 Para tu claustro
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¡Hasta la semana que viene!