Andoni y la evaluación formativa
¡Buenos días, profe! 👋 ¿Qué tal?
Quizá, para algunos de nosotros/as, este siendo un fin de semana de bastante carga de trabajo acabando de perfilar los informes de evaluación y recopilando la información, análisis y feedback que hemos realizado estos meses atrás.
Creo que estamos (seguimos) en un momento de cambio. Venimos de una tradición muy larga en la que hemos pasado de un boletín lleno de ítems que marcábamos con cruces y se resumía en PA (Progresa Adecuadamente) o NM (Necesita Mejorar), a un informe de varias hojas en el que se hablan de competencias, saberes, barreras, aspectos positivos, convivencia, participación, factores personales, motivación y un montón de elementos más que son, en algunas ocasiones más y en otras menos, específicos para cada alumno/a.
Eso sí, pasando por una calificación numérica que ahora hemos convertido en una especie de código de letras que todavía, sobre todo a las familias (y a algunos docentes), cuesta de comprender.
Y todo esto, ¿para qué?
Cada vez que una familia, tras ofrecerle toda la información del informe, me dice: “Vale, Isaac. Lo entiendo. Pero, ¿qué nota tiene?”, recurro a contarles la historia de mi amigo y entrenador Andoni, al que quizá conozcas de la Edición 122 y Edición 148.
Cada septiembre acudo al gimnasio de Andoni. Allí me hace una primera evaluación inicial. Mientras hago una docena de ejercicios, Andoni va tomando notas en su ordenador y apuntando números que no se molesta en compartir conmigo.
Ese día, normalmente, terminamos con un almuerzo en el bar de la plaza del pueblo. Pero este tema, que también es importante, lo dejamos para otro día.
Después de una semana, Andoni me manda una serie de ejercicios que aguanto durante un mes. Cada semana, tras hacerlos, le comento cómo voy, donde tengo dificultades, si tengo molestias o cómo me siento.
El mes siguiente volvemos a hacer lo mismo. Cambia la serie de ejercicios según lo que yo le he ido contando. Modifica, añade, incrementa la dificultad o, en muy pocas ocasiones, repite algunos. Y yo le vuelvo a enviar, normalmente en audios de varios minutos, cómo me va.
Cuando llega junio, justo antes de comenzar el periodo de verano en el que el deporte pasa a un segundo, tercer o cuarto plano; nos volvemos a juntar y, esta vez sí, me vuelve a hacer los mismos ejercicios que el septiembre anterior.
¿Qué debo esperar yo que me cuente Andoni en este momento?, le pregunto a la familia.
En la mayoría de casos me suelen contestar algo como: “si has mejorado”, “la comparación de tus resultados entre septiembre a junio” o “cómo estás físicamente después de haber entrenado esos meses”. Es aquí cuando, intentando que no se me escape la sonrisa, les digo: “Pues la última vez me dijo que estaba un 7, sin más. No me explicó en lo que había fallado, tampoco en lo que había mejorado, no me dijo en lo que estaba físicamente bien, ni tampoco mi punto débil. No me comentó cómo podría superar las barreras, ni tampoco las nombró.”
En este mismo instante llega el ultimate argumento: “Ya Isaac, si es verdad que da más información, pero es que en la ESO…”. Ya. Y en bachiller. Y en la universidad. Y en una entrevista de trabajo. Y en el banco. Y en la jubilación. Todo eso, con la madurez necesaria, irá llegando.
Un número, aunque es a lo que estamos acostumbrados, no nos da ninguna información. Nada.
Además, cuando nos paramos a pensar, la vida está llena de evaluación formativa, o al menos, informativa:
Tu jefe no te dice que tu informe es un 4, sino que te dice que está fatal por esta, esta y esta otra razón (informativa).
El médico no te dice que de tu enfermedad te has recuperado un 6, sino que te dice de lo que te has recuperado, de lo que puedes recuperarte y lo que deberás hacer para conseguirlo (formativa).
Tu pareja no te dice que tu regalo es un 8, sino que te expresa que le ha gustado pero que le hubiese encantado si el regalo hubiese sido de otro color.
¡Vamos al lío!
💭 Edu reflexiones
Evaluar. Analizar y compartir
Y hablando de compartir, he eliminado el botón de compartir en X / Twitter del final del boletín. A partir de ahora añadiré este que permite compartirlo de más formas. Tan solo copiando el enlace y enviándoselo a esas personas que pienses que les puede ayudar o gustar el boletín me haría feliz.
¡Gracias!
🎒 Para tu mochila
🎄 “Salva la Navidad en OZ”, un montón de materiales (incluida la narrativa) para llevar a cabo un breakout estos días (@Yanoteajunt0)
🎄 “El árbol de los mensajes” puede ser una buena propuesta para implementar en el aula/centro estos últimos días de clase. También adaptable a hacerlo como dinámica con sus deseos (@SergioMaestroEF)
🧭 ¿Tienes pensado hacer algunos retos más dinámicos? Con esta herramienta podrás crear laberintos de diferentes medidas y dificultad
🎧 El podcast “Entiende tu Mente” siempre es recomendable, mucho más si hablan sobre el bullying.
📚 Si todavía no sabes qué pedir para reyes o Papá Noel, por aquí tienes una lista de los libros recomendados en el podcast de José Luis Serrano “Eduhacking”
🦌 Profes de plástica, por aquí os dejo capturas de un libro en el que se explica cómo dibujar diversos animales partiendo de figuras geométricas
🤝 Para tu claustro
Si te ha gustado esta edición compártela con tu claustro u otros docentes curiosos e inquietos. Me ayudarías mucho si lo compartieses con tus compañeros/as que pienses que les puede gustar
¡Hasta la semana que viene!
Tiene todo el sentido, además también te ayuda como maestro a reforzar y trabajar mejor los aspectos en los que encuentran dificultades. El problema que veo yo, es que es una ingente cantidad d trabajo so re todo si eres especialista y en línea 1 que puedes tener 6 cursos cada uno con 26 alumnos. Sobre todo en el primer trimestre para poder llegar a tiempo tienes que empezar a hacerlos en octubre. Aunque te hagas plantillas simplemente el hecho de cortar, pegar, organizar la información es una tarea que lleva muchísimo tiempo mientras además tienes que seguir preparando tus clases, adaptando, creando material... más reuniones, etc. Lo que quiero decir, es que este cambio no viene acompañado de otros cambios para poder hacer informes de calidad. Por ejemplo, en otros países, en UK que es mi caso, en infantil te liberan de tus horas de aula para hacer los informes. Aquí eso es impensable por el sistema que tenemos y cada vez tenemos más carga de burocracia sin qué se modifique nada más. Perdón por la chapa. A mí me gusta este tipo de evaluación pero no las condiciones.