📗 ¿Cómo motivar al alumnado?
Y entender qué es la motivación y su importancia - Educlaustro #178
¡Buenos días, profe! 👋 ¿Qué tal?
Estas últimas semanas he sido poco constante con el boletín. La fase final de las oposiciones, algún festival de música y un par de quedadas “para hacer cole” ocuparon mi energía, tiempo y motivación.
Ahora, ya bien entrado julio y con la mayoría de nosotros/as a punto de entrar en vacaciones, aprovecho para retomar estas ediciones veraniegas en las que, como comenté en la Edición 177, nos centraremos en abordar un tema en específico.
Y vamos a comenzar por la motivación. El suscriptor A. Izquierdo (muchísimas gracias, por cierto), hace ya un tiempo, me propuso tratar el tema de las motivaciones intrínsecas del alumnado.
Aunque voy a intentar abordar este concepto, esencial para los/as docentes, desde una perspectiva un tanto más general, nos servirá para en futuras ediciones centrarnos en, como comentaba A. Izquierdo, aprovechar al máximo la motivación intrínseca del alumnado para favorecer su aprendizaje.
¡Vamos al lío!
¿Qué es la motivación?
Podríamos decir que la motivación es la fuerza o el impulso que nos empuja a actuar para lograr algo específico. En nuestro ámbito, sería el motor que pone en funcionamiento los demás elementos necesarios para aprender: la atención, la dedicación, la reflexión, la constancia o el esfuerzo.
Por tanto, ¿podemos aprender sin motivación? Yo diría que sí. Pero debemos tener en cuenta que la motivación va a aumentar la efectividad de los elementos necesarios para hacerlo, como hemos nombrado anteriormente.
Obviamente, la motivación va a depender de muchísimos factores sobre los que, de alguna forma u otra, pienso que podemos actuar. Los principales serían:
Factores personales: Objetivos, autoconfianza, las expectativas (efecto Pigmalión o la profecía autocumplida), los valores, el autoconcepto o las necesidades del alumnado.
Factores sociales: Influencia de amigos/as, compañeros/as, familia, cultura, el entorno social o los y las propias docentes.
Factores contextuales: Destacando sobre todo el barrio, la escuela, los recursos, (tanto personales como materiales), el ambiente de la clase o las condiciones.
Motivación y aprendizaje
Bien, ya conocemos qué es la motivación de una forma genérica. Además, también hemos comenzado a ver su importancia en el aprendizaje ya que la motivación no mejora el aprendizaje en sí, sino los elementos necesarios para el aprendizaje.
Y aquí hacemos una pausa. Y aprovecho para plantearte una pregunta. ¿Cuál dirías que es uno de los objetivos más importantes del sistema educativo español en la actualidad? Te dejo pensar.
Quizá habrás nombrado la adquisición del “Perfil de salida”. Quizá hayas dicho la educación de ciudadanos/as del siglo XXI. O quizá hayas pensado en la adquisición competencias, tanto específicas como claves.
Y esto es importante. Para los tres ejemplos nombrados necesitamos un alumnado competente. ¿Y qué significa esto? Que sepa, que sepa hacer y que sepa ser. La competencia es uno de los elementos que más fomenta la motivación.
Piensa en tu propia experiencia. Quizás intentaste aprender a tocar la guitarra, lo viste demasiado difícil y, ¿cuál fue tu reacción? ¿Frustración, desmotivación o dejar de intentarlo?
¿Qué hubiese pasado si tu maestro/a te hubiese adaptado las clases, las obras o las notas a tocar y lo hubieses conseguido? Serías, y te sentirías, competente (al menos en un grado muy básico) y tu motivación aumentaría para seguir intentándolo y progresando, volviendo a experimentar esa sensación de éxito una vez más.
The more successful we have been with something in the past, the more likely we are to invest in it come the future. Success drives motivation.
Cuanto más exitoso has sido con algo en el pasado, más probabilidades hay de que inviertas en eso en el futuro. El éxito conlleva la motivación.
Autor: Peps Mccrea
Si queremos un alumnado motivado debemos comenzar por intentar que todos tengan éxito, entendido como que sean competentes, que noten que pueden hacer las cosas, que saben hacerlas, que consigan sus pequeños (o grandes) objetivos.
Y claro, para conseguirlo nos hacen falta un montón de herramientas: la evocación, el dividir el aprendizaje en pequeños pasos, las explicaciones, las oportunidades para practicar, el feedback y feedforward, la evaluación formativa, el aprendizaje espaciado, los juegos, las actividades, los exámenes, etc.
La motivación intrínseca
Comencemos por su definición. La motivación intrínseca es el impulso interno para realizar una actividad por el placer y la satisfacción que se derivan de la propia actividad, sin necesidad de recompensas externas.
Para apoyar lo que comentábamos en los apartados anteriores, Ryan y Deci (2000) creían que la “competencia”, el saber hacer, es un elemento imprescindible para la motivación intrínseca.
Esto, en gran medida, se debe que las personas creamos una imagen sobre nosotros mismos según nuestra habilidad/competencia en un área específica. Por ejemplo, personalmente siempre he dicho que las matemáticas no son lo mío. No se me dan bien. Por tanto, cuando algo me huele a matemáticas mi motivación y mi interés por ellas se desploma tan rápido como mi autoconcepto me recuerda que para resolver problemas matemáticos soy lo más parecido a un cero a la izquierda.
Bajo autoconcepto igual a baja motivación intrínseca. Por eso en el colegio es esencial trabajar los aspectos personales, sociales y emocionales. Estos determinan el aprendizaje (y la motivación).
Del mismo modo, Nuutila (2018) también defiende que para estar intrínsecamente motivados necesitamos sentirnos competentes y confiar en nosotros mismos y nuestras habilidades.
Perfecto, Isaac. Lo entiendo. Pero no sé cómo, como docente, puedo ayudar a mi alumnado a sentirse competente y aumentar su confianza en sus habilidades. ¡Ah amigo/a! Aquí entra en juego aspectos tan importantes como el andamiaje o el modelaje. Nuestra guía es clave. La selección de actividades es esencial. Y los recursos son indispensables.
💭 Pensamiento en “voz alta”. Cuando la motivación viene dada por el “me quiero demostrar a mí mismo que sí puedo conseguir esto”, ¿se considera intrínseca o extrínseca?
Los 3 ingredientes de la motivación intrínseca
Antes de continuar, como sabrás, esto es una forma de simplificar aquellos elementos que determinan nuestra automotivación. Seguramente hayan muchos más pero, como venimos diciendo, esta puede ser una buena forma de realizar un primer acercamiento.
El primer ingrediente lo vamos a pasar por alto, ya que sería la competencia, de la cual ya hemos hablado en los párrafos anteriores.
El segundo es la autoeficacia, un concepto desarrollado por Albert Bandura, entendida como la creencia que tenemos sobre nuestra capacidad para organizar y ejecutar acciones para conseguir objetivos, adaptando nuestras emociones, sentimientos y estado de ánimo a la situación.
En otras palabras, intentar fomentar la autonomía y autorregulación del alumnado para que pueda elegir ciertas cosas en su proceso de aprendizaje. ¿Tienen que hacer todos/as el mismo producto final? ¿Deben ver todos/as el mismo vídeo?
Finalmente, la curiosidad. Cuando hay una pregunta que despierta nuestro interés o nos plantean un reto, nuestra curiosidad (y motivación) aumenta por resolver estas cuestiones.
La motivación extrínseca
Por su parte, ¿qué sería la motivación extrínseca? Es el impulso para realizar una actividad debido a recompensas externas o para evitar castigos, por ejemplo la economía de fichas, recompensas, puntos en una gamificación, etc.
Muchos autores coinciden que este tipo de motivación, con sus incentivos y castigos, es muy útil para promover temporalmente los resultados esperados, pero que normalmente en el largo plazo los estudiantes vuelven al desarrollo medio.
¿Es interesante (y útil) utilizar incentivos en clase para promover la motivación? Yo diría que en algunas ocasiones específicas sí, pero no como algo habitual. Cuando la utilicemos hay algunas propuestas que debemos tener en cuenta para que funcione:
Incentiva para celebrar más que para “obligar”. Evita el “si hacéis esto entonces aquello”. Celebra el buen desarrollo, buen comportamiento o incluso los buenos resultados.
Relaciona el incentivo claramente con el objetivo específico, intenta que lo que estamos premiando no sea algo abstracto. Por ejemplo, [incentivo] por utilizar 10 adjetivos en un texto.
Aplica los incentivos tan rápido como sea posible, puro conductismo.
Finalmente, “keep it real”, que los estudiantes piensen que la recompensa se puede lograr y, sobre todo (y muy importante), no hagas de las recompensas algo competitivo.
Y hacemos otra pausa en este camino. Quizá todo el mundo hayamos utilizado, y sigamos haciéndolo, los incentivos en clase. Al igual que otras muchas técnicas o herramientas, creo que pueden ser muy útiles, como decíamos, en ciertas ocasiones, pero no veo una educación basada principalmente en ellos.
Estas líneas me dan que pensar y, quizá, sea buena idea profundizar en otro monográfico sobre el conductismo, sus implicaciones y también los tipos de incentivos y los efectos que tienen en el desarrollo del alumnado y el aprendizaje.
Dentro de la motivación extrínseca y los incentivos, es interesante observar y tener en cuenta otras visiones como la de Alfie Kohn, que en su libro “Punished by Rewards” (Castigados por los incentivos), propone tres procesos que nos podrían ayudar a fomentar la motivación intrínseca frente a la extrínseca:
Abolir los incentivos económicos. En nuestro caso, podría traducirse como los puntos en clase.
Reevaluar las evaluaciones. Hacerla de forma continua para que permita ver el crecimiento: la evaluación formativa y continua. Para conseguirla, el feedback es esencial.
Contar con los empleados para las decisiones de la empresa, es decir, contar con el alumnado para desarrollar la vida en el aula, fomentando la toma de decisiones y su autonomía (autoeficacia).
¿Cómo maximizar la motivación?
Antes de nada, esto no son recetas mágicas, ya sabes. Los diversos elementos que nombraremos a continuación nos pueden ayudar a incrementar la motivación (tanto intrínseca como extrínseca), pero por sí mismos no van a asegurar nada.
Además, no son específicos para la educación, es decir, que estos procesos los podremos utilizar para mejorar la motivación para aprender o para crear un hábito y conseguir establecer una rutina.
Como veréis, para el desarrollo de algunos necesitaremos un grado de desarrollo y madurez alto, por lo que es interesante que obtengamos de aquí ideas y después las adaptemos a nuestras necesidades.
Expectativas. Mediante la creación de espirales de éxito, es decir, configurar pequeños objetivos e ir haciéndolos cada vez más complejos para que nos lleve al objetivo final. Esta idea está relacionada con el modelaje y el andamiaje.
Interés. Adecuando la dificultad a las necesidades y desarrollo del alumnado. ¿Recuerdas la Zona de Desarrollo Próximo de Lev Vigotsky?
Premios. No me extenderé mucho pero, como comentábamos, pequeñas gratificaciones instantáneas pueden tener un efecto positivo a corto plazo.
Diseño del entorno. El entorno nos modifica. Diseñar la clase para que sea motivadora para nuestro alumnado también es un punto clave. En este caso, volvemos a la importancia de contar con el alumnado para su diseño.
Revisión diaria. Volver al material aprendido anteriormente nos hace mejorar la confianza, competencia y, por ende, la motivación. Quizá te suene la evocación (práctica de recuperación) y su importancia.
Presentar el material en pequeñas porciones. De esta forma, reducimos la cantidad de nuevos conocimientos que hay que conectar y comprender, dividiendo, como comentábamos anteriormente, el gran objetivo en muchos pequeños que ayudarán a mantener la motivación en el tiempo, haciendo el progreso algo tangible.
Además, el aprendizaje y el desarrollo será mucho más fácil (aunque más costoso en el tiempo) y más duradero.
Modelaje. Consiste en guiar el proceso ofreciendo el apoyo del docente así como ejemplos.
📚 Fuentes
Fernández, J. (2021, junio 11). Guía ResearchED de instrucción directa: La motivación como consecuencia del aprendizaje. Investigación Docente.
Hambrientos. (2021, febrero 21). La motivación (Episodio 11) [Audio de podcast]. En Hambrientos. Spotify.
Le Cunff, A. L. Self-motivation toolkit. Ness Labs.
Mccrea, P. (2023, noviembre 30). Effective incentives. Snacks by Peps Mccrea.
Mccrea, P. (2023, octubre 5). Success drives motivation. Snacks by Peps Mccrea.
Pardo, D. (2022, octubre 22). Incentivos y cultura. Suma Positiva.
Ruiz, H. (2022, enero 19). El cerebro y sus conexiones: Aprender a aprender [Audio de podcast]. En Aprendemos juntos. Spotify.
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