Pues lo primero es que los políticos que están "de paso" nos respeten a los docentes y al sistema educativo un poquito más. Que no cambien el sistema y las leyes educativas simplemente por dejar su propia impronta, ya que todos estamos aquí de paso.
Pensemos realmente en lo que importa y es importante para alumnado, docentes y familias... y entonces todo lo demás vendrá con menos esfuerzo y con más consenso.
Hablemos con los científicos (neurodidactas), con los más expertos y con todos los sectores sociales, y consensuemos algo común, seguro que no es tan difícil.
Después ya nos sentaremos a priorizar actuaciones y decisiones.
Por otra parte, la inteligencia artificial me parece que cambiará mucho nuestra vida y la de nuestros alumnos. Me surgen preguntas, pero no desde el miedo: ¿en qué se trabajará en el futuro si la IA realizará gran parte de las tareas que desarrollamos los humanos en la actualidad? ¿Cuál será el objetivo del aprendizaje escolar? ¿Qué haremos con tanto tiempo libre? ¿Cómo seremos remunerados y bajo qué criterios? ¿Lograremos una sociedad más igualitaria?... Tenemos que preparar a nuestros alumnos para ello, aunque imagino que será sincronizándonos con estos avances, por la rapidez con la que están ocurriendo o quizás tengamos todos un tiempo de adaptación.
Estoy muy de acuerdo en la educación emocional, pero discrepo un poco en crear una asignatura como tal.
Respecto a la IA nos viene un futuro algo incierto, quizá como lo fue con la inclusión del internet (aunque no lo viví conscientemente, según lo que he leído o escuchado podría ser algo así). Será un cambio grande al que nos deberemos adaptar, pero seguro que es paulatino (o eso quiero creer).
Además sería conveniente que tuviéramos mentores/tutores para que, en caso de que haya algo que mejorar, nos ayuden, y si estamos realizando un buen trabajo, que nos lo reconozcan y se comparta.
La educación también mejoraría, bajo mi punto de vista, si disminuyese la ratio por aula. La idiosincrasia del alumnado actual es tan variada que, en ocasiones, se tiene la sensación de no llegar a todos y es frustrante.
Hace unos años (2020 o 2021), apareció en los medios de comunicación una red de prostitución infantil, donde además se les ofrecían drogas. Creo que fue en un centro de menores o algún organismo perteneciente a la administración. Para mí fue un shock pensar en cómo se sentirían en esas personas en desarrollo, su sentimiento de indefensión; qué podría significar para ellas la palabra amor; cómo vivirían el resto de su vida; qué estamos haciendo mal para que situaciones así ocurran.
Por ello, propongo eliminar la religión en los colegios y sustituirla por la asignatura de educación emocional, desde infantil hasta secundaria, la cual debería tener unas competencias específicas, criterios de evaluación y contenidos, definidos según la edad del alumno. Para ello, además los futuros docentes tendrían que recibir una formación sobre ello en las facultades de educación. Aquellos que ya trabajamos en colegios, también deberíamos recibir esa formación.
Elaboración de un currículum de acción tutorial individualizada, con el establecimiento de un tiempo lectivo semanal para el tutor. En dicho encuentro entre tutor y alumnado, determinación de necesidades educativas, acompañamiento educativo y apoyo emocional.
Hace unas semanas tuvimos una sesión comentado las propuestas del grupo de expertos que constituyó el gobierno catalán tras PISA. Cesc también participó: https://x.com/i/spaces/1RDGllopMalGL
Pues lo primero es que los políticos que están "de paso" nos respeten a los docentes y al sistema educativo un poquito más. Que no cambien el sistema y las leyes educativas simplemente por dejar su propia impronta, ya que todos estamos aquí de paso.
Pensemos realmente en lo que importa y es importante para alumnado, docentes y familias... y entonces todo lo demás vendrá con menos esfuerzo y con más consenso.
Hablemos con los científicos (neurodidactas), con los más expertos y con todos los sectores sociales, y consensuemos algo común, seguro que no es tan difícil.
Después ya nos sentaremos a priorizar actuaciones y decisiones.
Saludos.
Que importante es lo que comentas, Toni: consenso y ciencia. Me parecen dos pilares claves.
Muchas gracias por aportar, tanto aquí como en el día a día.
Abrazos.
Por otra parte, la inteligencia artificial me parece que cambiará mucho nuestra vida y la de nuestros alumnos. Me surgen preguntas, pero no desde el miedo: ¿en qué se trabajará en el futuro si la IA realizará gran parte de las tareas que desarrollamos los humanos en la actualidad? ¿Cuál será el objetivo del aprendizaje escolar? ¿Qué haremos con tanto tiempo libre? ¿Cómo seremos remunerados y bajo qué criterios? ¿Lograremos una sociedad más igualitaria?... Tenemos que preparar a nuestros alumnos para ello, aunque imagino que será sincronizándonos con estos avances, por la rapidez con la que están ocurriendo o quizás tengamos todos un tiempo de adaptación.
¡Gracias por tus aportaciones, Sandra!
Estoy muy de acuerdo en la educación emocional, pero discrepo un poco en crear una asignatura como tal.
Respecto a la IA nos viene un futuro algo incierto, quizá como lo fue con la inclusión del internet (aunque no lo viví conscientemente, según lo que he leído o escuchado podría ser algo así). Será un cambio grande al que nos deberemos adaptar, pero seguro que es paulatino (o eso quiero creer).
Gracias por comentar.
Un abrazo
Además sería conveniente que tuviéramos mentores/tutores para que, en caso de que haya algo que mejorar, nos ayuden, y si estamos realizando un buen trabajo, que nos lo reconozcan y se comparta.
La educación también mejoraría, bajo mi punto de vista, si disminuyese la ratio por aula. La idiosincrasia del alumnado actual es tan variada que, en ocasiones, se tiene la sensación de no llegar a todos y es frustrante.
Hace unos años (2020 o 2021), apareció en los medios de comunicación una red de prostitución infantil, donde además se les ofrecían drogas. Creo que fue en un centro de menores o algún organismo perteneciente a la administración. Para mí fue un shock pensar en cómo se sentirían en esas personas en desarrollo, su sentimiento de indefensión; qué podría significar para ellas la palabra amor; cómo vivirían el resto de su vida; qué estamos haciendo mal para que situaciones así ocurran.
Por ello, propongo eliminar la religión en los colegios y sustituirla por la asignatura de educación emocional, desde infantil hasta secundaria, la cual debería tener unas competencias específicas, criterios de evaluación y contenidos, definidos según la edad del alumno. Para ello, además los futuros docentes tendrían que recibir una formación sobre ello en las facultades de educación. Aquellos que ya trabajamos en colegios, también deberíamos recibir esa formación.
Elaboración de un currículum de acción tutorial individualizada, con el establecimiento de un tiempo lectivo semanal para el tutor. En dicho encuentro entre tutor y alumnado, determinación de necesidades educativas, acompañamiento educativo y apoyo emocional.
Otro elemento clave: el conocimiento del alumnado por parte del/la docente.
Gracias José Marcos.
Hace unas semanas tuvimos una sesión comentado las propuestas del grupo de expertos que constituyó el gobierno catalán tras PISA. Cesc también participó: https://x.com/i/spaces/1RDGllopMalGL
¡Qué bueno! Apuntado queda para escucharlo y tomar nota.
Gracias, Christian