📗 12 aprendizajes de 200 ediciones
¿De dónde venimos y cómo hemos llegado hasta aquí? - Educlaustro #200
🎉 ¡200 ediciones!
¡Buenos días, profe! 👋 ¿Qué tal?
Hoy celebramos la edición número 200 del boletín. Es por ello que tenemos una edición un tanto especial. No hablaremos de educación en sí, aunque sí de aprendizaje.
Doscientas semanas, casi consecutivas, dan para mucho. Las he intentado resumir en 12 aprendizajes.
¡Vamos al lío!
1.- Prueba
Hace años que comenzamos Somprojecte. Fue un proyecto ambicioso, quizá demasiado. Nació para dar voz a aquellos docentes que hacían de sus clases un lugar increíble para el aprendizaje, cuando en el podcast educativo en español éramos, casi literalmente, “cuatro”.
Funcionó, pero llegó a su final. La curiosidad, y quizá una inquietud de seguir haciendo y aprendiendo, me hicieron comenzar el Educlaustro. Sin más. Con pocas pretensiones más allá de compartir y aprender.
Doscientos veinticuatro fines de semana después sigo probando. Todavía no lo tengo la formación, ni el contenido, ni tampoco el formato ideal. Si tuviese que esperar a tenerlo nunca empezaría. Prueba. El mejor momento de empezar puede que sea hoy.
2.- Constancia
La constancia es la clave. Empecé el boletín hace 4 años, 6 meses y 3 días. Esto se traduce en 224 fines de semana de los cuales he enviado 200 ediciones. Tan solo he fallado un 10.7% de domingos. O lo que es mejor, he cumplido el 89.3%.
Esto, entre otras cosas, ha hecho que el boletín crezca hasta los casi 3100 suscriptores. Una auténtica locura. Recuerdo cuando, la primera edición, la envié a unos 60. Ya me parecía increíble y nunca se me ocurrió que lo que escribo pudiese llegar a lo que sería un tercio de mi pueblo.
El talento y la calidad son importantes, sí, pero sin compromiso se diluyen.
3.- Comprométete…
Si haces algo, que sea lo mejor que sabes o puedes. Hay ediciones que han sido mejores y otras peores. Unas que las he ido escribiendo a lo largo de la semana y otras que he terminado a las 4 de la mañana tras volver a casa de una cena con amigos.
Hoy, cuando leas esto, estaré inmerso en un examen del máster. Ahora, mientras lo estoy escribiendo, termino uno y comienzo a preparar los dos de mañana. El compromiso hace a la constancia. La constancia al aprendizaje. Y el aprendizaje “atrae” más aprendizaje. Comprométete para aprender.
4.- … pero no demasiado
El compromiso en exceso, como todo, puede ser peligroso. Llevarme el portátil a viajes de ocio para escribir el boletín no fue mi mejor idea. Presionarme después de una dura semana de trabajo en el colegio tampoco fomenta mi bienestar.
Ponerse límites es importante. Priorizar y, sobre todo, ser comprensivo contigo mismo. Si no se disfruta no merece la pena.
El boletín es trabajo-no trabajo. No siempre se está al cien por cien.
Me ha costado. Aprenderé de ello.
5.- Juega mientras aprendes
Hablábamos de la importancia de probar pero, durante la prueba, hay que divertirse. El boletín comenzó con una estructura que, a decir verdad, no me atrevía a cambiar: introducción, reflexión, noticias y varios recursos.
Esto se mantuvo en las primeras ciento ocho ediciones (exceptuando verano, navidad y pascua), es decir, más de la mitad de la vida de este proyecto. En la 109 me lancé con un monográfico (La clave del aprendizaje docente: Autorreflexión). Tras él, vinieron otros: análisis de libros, algunos vídeos en Youtube y un montón de historias para comprender conceptos educativos.
Probaba, me divertía y aprendía. Era, y continua siendo, un juego. Como la edición de hoy.
6.- Cíñete a un esquema que te puedas saltar
Como te decía, a mí me costó pero, como en el aula, hay que ser flexible. Debemos tener un esquema (o programación) pero también es importante adaptarnos a nuestro alumnado, a las necesidades del momento.
Al principio me sentía culpable si en una edición no conseguía completar todas las secciones. Luego, gracias al juego, fui yendo y viniendo, probando, quitando y añadiendo, sabiendo que siempre podía volver a ese esquema base que, en mi opinión, es equilibrado y aporta tanto aprendizaje como reflexión e inspiración.
7.- Sé metódico recopilando
A lo largo de 200 ediciones se han compartido alrededor de 1300 recursos. Una barbaridad.
Aunque algunos de ellos, al ser la mayoría vuestros tweets, han desaparecido, el 90% siguen pudiéndose consultar. ¿El problema? Que no fue hasta la edición 89 cuando comencé a recopilarlos y clasificarlos.
Por aquel entonces ya se habían compartido unos 750 y, claro, no es cosa de un día, ni de dos consultarlos y agregarlos en una tabla categorizados.
Si volviese a empezar, este sería una de los principales cambios que haría: ser más metódico con la recopilación.
8.- Al César lo que es del César
Ligado con lo anterior, para muchísimas de las ediciones ha sido imprescindible vuestros recursos, reflexiones o ideas. De ellas me he nutrido para crear gran parte del contenido o para tener materiales nuevos que pudiesen inspirar a otros docentes.
En todo momento he intentado respetar esa autoría, dando visibilidad a cientos de docentes. Esto llevó a que el boletín lo conociese más gente, pero también a -de una manera humilde y dentro de las posibilidades del boletín- dar voz y resaltar lo que para mí era un trabajo bien hecho.
Así que, muchas gracias por la parte que te toca.
9.- Que solo sea una excusa
¿Por qué comencé el boletín? Mirando hacia atrás, y como te comentaba antes, la curiosidad y el aprendizaje fueron dos de los pilares fundamentales para comenzar este proyecto. Pero hay más.
Mi lista de favoritos de Twitter, ahora X, era un caos. Miles de recursos e ideas que guardaba “para otro día”, siendo incapaz de filtrarlos, ordenarlos y rescatar lo realmente útil.
El Educlaustro se convirtió en la excusa perfecta para comenzar a filtrarlos, separar el grano de la paja. Ya era un gran inicio.
10.- Haz lo que te gustaría leer/ver
Suena a tópico, pero a mí me funcionó. Y todavía lo hace.
El boletín siempre ha girado en torno a lo que me habría gustado encontrar. Eso se ha visto reflejado en la estructura que, aunque más o menos la ha mantenido a lo largo de las ediciones, he ido modificando o creando cosas muy diferentes.
En este momento quiero centrar parte de mis esfuerzos en dos aspectos:
El canal de Telegram. Un lugar lleno de aprendizaje. Un espacio para compartir, debatir, compartir inquietudes y nutrirnos.
Dentro de poco vendrán resúmenes con las mejores ideas de libros educativos, dosieres con actividades y continuaremos con las pequeñas píldoras de aprendizaje.El canal de Youtube. Centrado en la formación. Una formación práctica a la vez que rigurosa con contenidos que puedas aplicar en tu aula, pero con una base sólida.
Formaciones que iré combinando con vídeos sobre tema en concreto (como el que hicimos del Efecto Pigmalión o de la creatividad) o actividades específicas para el aula.
11.- No te arrepientas, pero aprende
Durante el camino a las 200 ediciones hay cosas que he hecho mal y que, si volviese atrás, cambiaría. No es arrepentimiento ya que o bien el desconocimiento hizo de las suyas, o bien no se me ocurrió en ese momento. No me fustigo.
Sí que es cierto que hago por aprender de ellas. Me molestaría volver a tropezar en la misma piedra.
Los errores no molan. A mí me encantaría poder aprender y desarrollarme sin cometerlos para evitar esos sentimientos y emociones negativas. Pero una vez cometidos, creo que es importante reflexionar sobre ellos y aprender. Un error hecho dos veces, al menos para mí, es una señal de que no ha habido aprendizaje.
12.- Comparte (más)
Estes mi punto débil. No suelo compartir, excepto por RRSS, que tengo un boletín en el que escribo sobre educación. Me cuesta.
Veo a otros profes que, nada más los conoces, te cuentan todo lo que hacen. Lo hacen con gran ilusión y, en muchas ocasiones, he descubierto auténticas joyas gracias a esas conversaciones en eventos, congresos o escuelas.
Tal vez en la edición 300 te pueda contar que este ha sido uno de los grandes aprendizajes.
¡Gracias por leerme cada domingo! Seguimos sumando aprendizajes. ¿Te veo en la edición 300?
🤝 Para tu claustro
Si te ha gustado esta edición compártela con tu claustro u otros docentes curiosos e inquietos. Me ayudarías mucho si lo compartieses con tus compañeros/as que pienses que les puede gustar
¡Hasta la semana que viene!